Del movimiento de lo real al
movimiento de lo teórico: categorías
para pensar críticamente la totalidad
histórica
Resumen preparatorio para la ponencia del profesor Luis Enrique Millán Arteaga
Introducción
El esquema categorial que proponemos —forma, contenido, relación, causalidad, concepto,
estructura y sistema— no surge de una especulación abstracta, sino de un proceso de
investigación y lectura crítica de El Capital y de sus textos complementarios, entre ellos el
Capítulo VI inédito.
En ese recorrido, cumple un papel central una idea que Marx expone a lo largo de su obra
preparada para publicación: lo que en un momento histórico fue condición para el
desarrollo del capitalismo, se convierte más tarde en producto propio de éste. Es
precisamente esta inversión dialéctica, expresada en el caso concreto y específico de la
mercancía, en el Capítulo VI inédito, lo que guía la construcción del esquema categorial, y lo
que permite comprender la dinámica del materialismo histórico.
1. Punto de partida: la investigación histórica y material
El estudio de Marx muestra que ningún análisis serio puede prescindir de un acopio
riguroso de datos históricos. La acumulación originaria, por ejemplo, aparece primero como
condición de surgimiento del capital. Sin embargo, en el despliegue de la dinámica
capitalista, esas mismas condiciones —como la separación del trabajador de los medios de
producción— se reproducen ahora como productos internos del sistema.
Aquí se abre la primera clave categorial: forma y contenido. La forma puede variar
—monarquía, república, dictadura—, pero el contenido material de la dominación de clase
se mantiene. Como advertía Marx en La lucha de clases en Francia, las revoluciones
burguesas cambiaban la forma política, sin alterar el contenido social.
2. Relaciones, causalidad y movimiento de lo real
Una vez que distinguimos forma y contenido, aparece la relación como categoría
indispensable: ningún fenómeno se entiende aislado. En el capitalismo, las relaciones
mercantiles iniciales —aparentemente neutras— se convierten en relaciones de producción
capitalistas que reconfiguran todo el campo social.
De allí se privilegia una relación: la causalidad. Lo que en el inicio fue impulsado por causas
externas (comercio, expansión colonial, acumulación primitiva) pasa a convertirse en un
proceso reproducido internamente por el capital: explotación, acumulación ampliada,
concentración de riqueza. El movimiento de lo real se define, entonces, por esta capacidad
del capital de transformar condiciones en productos, y naturalizarlos como si fuesen
eternos.
3. Del movimiento de lo real al movimiento de lo teórico
Para captar este proceso, el pensamiento requiere categorías propias. El concepto se
convierte en la forma teórica de sintetizar las determinaciones de lo real: “trabajo
asalariado”, “plusvalía”, “hegemonía”. Cada uno de estos conceptos nació describiendo
condiciones históricas, pero hoy expresa productos permanentes del capital.
El paso siguiente es la estructura: los conceptos no flotan, sino que se organizan en sistemas
de inteligibilidad. Así, la estructura de clases, o la estructura del Estado, son modos de
comprender la reproducción de las condiciones históricas transformadas en productos
capitalistas.
Finalmente, llegamos al sistema. El capitalismo, como totalidad compleja, encierra en su
seno la lógica de convertir condiciones históricas en productos necesarios. El sistema es, al
mismo tiempo, real y teórico: real, porque organiza la vida social bajo esas categorías;
teórico, porque las ciencias sociales deben reproducirlo en el pensamiento para poder
criticarlo.
4. Método como cierre
Este esquema categorial no es un capricho, sino la formalización del método dialéctico de
Marx, que Ernest Mandel sintetiza, a nuestro parecer acertadamente, en su obra Capitalismo
Tardío:
1. Acopio del material histórico.
2. Abstracción de elementos fundamentales.
3. Descubrimiento de conexiones esenciales.
4. Retorno a lo concreto como totalidad mediada.
5. Verificación práctica y empírica.
6. Nueva investigación en ciclo continuo.
La claridad conceptual y categorial es fundamental. Como advertía Ludovico Silva, los
errores más graves del marxismo no provienen, solamente, de la crítica externa, sino
también de la confusión interna en el uso de sus categorías. Por eso, este esquema busca
evitar moralismos, nominalismos o reduccionismos falaces, y en cambio, sostener un
análisis profundo y riguroso del estudio la realidad histórica.
5. Cierre
El esquema categorial forma → contenido → relación → causalidad → movimiento → concepto
→ estructura → sistema no es un simple ejercicio de clasificación. Es, más bien, el intento de
expresar la forma de lógica interna del capitalismo: su capacidad única de transformar
condiciones históricas en productos propios.
Comprender este movimiento es clave para descifrar el presente político y económico. No se
trata sólo de historia, ni sólo de teoría: se trata de una herramienta epistemológica para
pensar la totalidad social, y desde allí, abrir la posibilidad de su transformación.
Prof. Luis Enrique Millan Arteaga
Buenos Aires, 2025

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